miércoles, 16 de septiembre de 2009

Antichavistas sin fronteras

La verdadera intelectualidad siempre ha estado con la Revolución; es hora que la Revolución verdaderamente esté con intelectualidad. Sin ideología, la Revolución es pasto de oportunistas y mercaderes”. Así demuestra Aram Aharonian su preocupación por la situación de crisis ideológica que vive su país, Venezuela.


Aharonian está preocupado por la falta o neutralización de los pensadores latinoamericanos que, según él, deberían tener un peso importante en la consecución de una mejora del país. Por eso afirma que “de nada sirve tener medios nuevos o televisoras nuevas, si no tenemos contenidos, si seguimos copiando las formas y contenidos hegemónicos. De nada sirven si no creemos en la necesidad de vernos con nuestros propios ojos. Porque lanzar medios nuevos para repetir el mensaje del enemigo, para seguir siendo reactivos a las agendas informativa y política del enemigo, es ser cómplice del enemigo”.


Sus comentarios hacia el gobierno bolivariano tienen una dirección autocrítica: es necesario un cambio tanto en las estructuras mediáticas venezolanas como en los contenidos que ofrecen para así poder dar al pueblo una verdadera versión de los hechos.

Además, desde el hemisferio norte las noticias entorpecen más. Prestigiosas organizaciones como la francesa Reporteros Sin Fronteras (RSF) denuncian a la opinión pública europea los recortes de libertad de expresión que Chávez lleva a cabo.


La última nota de RSF, publicada a principios de agosto, explicaba que el gobierno venezolano había cerrado 34 emisoras de radio, para pasarlas a manos del Estado. “Este cierre masivo de medios de comunicación considerados como opositores, peligroso para el futuro del debate democrático, sólo responde a la voluntad gubernamental de acallar las voces discordantes, y sólo empeorará las divisiones en el seno de la sociedad venezolana”.


Para denunciar este hecho y otros relacionados con el posible cierre de Globovisión, la plataforma Un mundo sin mordaza convocó el pasado 25 de junio una protesta de impacto internacional. Se pidió a todos los venezolanos del mundo que salieran a la calle para denunciar la manipulación informativa que azota su país y las pretensiones del gobierno de Chávez de acallar las voces discordantes.


Así, el movimiento antichavista consigue un alcance mundial. Aunque el mismo gobierno intenta acallar las voces dentro del propio país, los intelectuales y ciudadanos encuentran canales, sobretodo a través de Internet, para explicar qué sucede.




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