Históricamente hablando, no hace muchos años que la mujer ha llegado a ocupar puestos de trabajo que antes eran únicamente tomados por los hombres. La equiparación de los géneros no solo llegó al plano laboral, sino que hizo lo propio en lo social y en casi todas las actividades que realizan a diario las personas en el mundo.
Con el fútbol no pasó algo diferente. Es muy difícil imaginar una señora de los años 30, quien se dedicaba pura y exclusivamente a su marido y a sus hijos, jugando al fútbol a la par de un hombre. Hoy la historia ha cambiado por completo y no es para nada anormal ver una chica dentro de un campo de juego, ni mucho menos verlas disfrutar dentro de un estadio de fútbol.
El desarrollo del deporte en el plano femenino no ha sido ecuánime en todo el mundo; en Europa como en algunos países de Oceanía o países escandinavos ha tenido un progreso muy rápido, y en países de América Latina como Brasil, Argentina y Uruguay por ejemplo, no ocurrió lo mismo.
El primer torneo femenino de fútbol a nivel mundial que se llevó a cabo fue en Italia en 1970, donde Dinamarca se consagró campeón luego de vencer por dos a cero a las anfitrionas. En Beijing 2008 las mujeres también tuvieron su lugar y el título fue para Alemania tras vencer a Brasil en tiempo suplementario, y así quedarse con la medalla dorada.
Si bien en Argentina, como dijimos anteriormente, el tema no ha tenido demasiada repercusión, se nota de manera muy clara que cada vez son más las mujeres que practican el deporte y que seguirá progresando ya que se ha dado un paso muy importante cuando la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) decidió oficializar el deporte para las mujeres.
De espinas y Rosas
Hace 14 años
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