miércoles, 25 de noviembre de 2009

Del “corset” al “chupin”

A lo largo de la historia, la moda ha sufrido transiciones debido a los diferentes cambios socio-culturales, económicos y políticos, que atravesó la humanidad desde 1910 hasta la actualidad.

A través de la imagen femenina y su influencia en la sociedad, se pueden observar las variables de la moda durante estos años, dado que ésta se reflejó en los diferentes cambios de roles que cumplió la mujer en este período.

Por medio de la lucha constante por incorporarse al mundo laboral y ser vista como alguien que puede valerse por sus propios medios y luchar por sus ideales, la mujer, atravesó diferentes etapas: en un principio se manifestó una imagen más femenina, frívola, que cumplía el rol de “ama de casa”, luego su figura se vio masculinizada al ocupar el lugar del hombre durante la Primera y Segunda Guerra Mundial y finalmente logró una igualación de su trabajo con el hombre.

La década de 1910 denominada “Le belle epoque”, fue un periodo de una absoluta extravagancia, riqueza, en el que la ostentación era la base de la moda. Se utilizaban “corset” que pronunciaba la figura femenina, faldas y vestidos largos con puntillas y encajes, lo que impedía el andar y la posibilidad de que la mujer pudiera realizar tareas. Otro complemento que complicaba la situación, eran los peinados recogidos con muchos postizos ondulados. Esto creaba una imagen muy femenina que se acentuó hasta la Primera Guerra Mundial.

A partir de esta época, se produjeron cambios drásticos en la moda dado que la mujer se incorporó al mundo laboral en empleos que estaban reprimidos hasta el momento. A raíz de esto surgió la propuesta del modisto Paul Poiret que convirtió a las mujeres en sultanas, con una mirada ferviente hacia Oriente. Su propuesta se caracterizó por introducir un “corset” más modelador que ya no cumplía la función de dividir a la figura en forma de “X”. Sin embargo, a pesar de liberar la parte superior, las faldas se hicieron más estrechas lo que dificultaba el caminar y provocaba que las siluetas no sean curvilíneas.

Finalizada la Primer Guerra Mundial (1918), comienza el período de “los locos años 20” que se identificó con la música de Charleston y con vestidos muy brillosos y bordados. Se dejó de utilizar el “corset” y se dio origen a una silueta más recta con la utilización de vestidos en forma de “fundas” para la noche. En lo referente al día, las faldas se destacaban por tener vuelos irregulares y ser más cortas, a pesar de no estar por encima de las rodillas. Esta década finaliza con la caída de la bolsa de Wall Street en 1929.

En consecuencia a la crisis económica, que comenzó en Estados Unidos y se reflejó en el resto del mundo, la moda tuvo que adaptarse a estos cambios económicos y sociales. Por ende bajaron los costos en la mano de obra y en los adornos en la ropa. A raíz de esto, los vestidos no eran más bordados y los diferenciaba el corte y no la pedrería. En esta época surge una modista, Madame Vionnet, que propuso el vestido con el “corte al biés”, que significaba darle un corte diagonal en la parte inferior del vestido. La falda se vuelve a alargar y las líneas se vuelven más adherentes. Para darle más movimiento a los vestidos y faldas se introdujo el “corte godet”, que se aplicaba una capa por debajo de la tela principal para darle más vuelo.

En la siguiente década tuvo lugar la Segunda Guerra Mundial (1938-1945). La mujer comienza a asumir un rol más comprometido con su labor, que en la primera. Debieron cumplir con el trabajo del hombre en las fábricas, dado que estos últimos tuvieron que ir a defender su país e ir al frente de batalla. La figura femenina se masculiniza con el uso de hombreras, generando que la silueta se vuelva más estructurada. Se comenzó a utilizar los trajes de sastre, que eran apenas por encima de las rodillas.

En 1947 el modisto Christian Dior realizó un desfile de la colección primavera-verano, en donde dejó atrás la masculinización en la moda femenina, para dar lugar a una mujer mucho más elegante. Se presentaron los “strapless” y las faldas acampanadas como innovación.

Esto se acentuó en 1950, con la exaltación de la imagen femenina por el uso de faldas rellenas con forma de globo, que daban la impresión de caderas más pronunciadas y redondeadas. En esta década surge un movimiento estudiantil que era más desordenado y cómodo, relacionado al ámbito del rock and roll, que proponía el uso de jeans.

Otro acontecimiento importante que marcó al mundo de la moda, fue la Guerra Fría que diferenció la vestimenta de adultos a la de los jóvenes. El movimiento juvenil tomó mayor importancia y se volvió más poderoso. En 1960, la modista Mary Quant lanzó en forma popular la minifalda y los vestidos con líneas simples y claras. Apareció el minimalismo, que propuso el uso de pocos adornos y colores netos. En contraposición, el movimiento hippie utilizaba colores muy llamativos al igual que los psicodélicos.

Los `70 dieron lugar a los pantalones “pata de elefante”, o más conocidos como pantalones “Oxford”. Se comienzan a utilizar las mismas prendas, sobre todo en la ropa deportiva, tanto para los hombres como para las mujeres. La moda se vio influenciada por lo latino, las flores, los volados y la ropa más insinuante y traslucida tomaron un papel protagónico. Paralelamente, esta década se caracterizó por el imperio de las marcas, es decir, que todas las prendas debían llevar el logo en grande para que se pueda distinguir con facilidad. Las marcas más importantes fueron “Levis”, “Wrangler”, entre otras.

Mucho glamour, brillo y la artificiosidad en los peinados fueron los protagonistas de la moda de 1980. Con el retorno de las hombreras, aún más grandes y acolchonadas que en los `40, se vuelve a masculinizar a las mujeres, quienes comenzaron a ocupar cargos gerenciales en sus empleos. Por otro lado, comienza el afán por tener una figura perfecta y surgen los gimnasios. Como consecuencia, la moda giro en torno a lo deportivo. Aparecen las telas de Lycra y las elastizadas, que exaltaban el cuerpo trabajado.

Para finales del siglo XX, los `90 se vieron marcados por la aparición de grupos como los Punks que combinaban distintos tipos de telas con colores oscuros, o los New Romantic que unían en sus prendas el cuero con el tul.

A partir del 2000 la moda dio un vuelco de 180 grados. Hoy en día podemos observar una amplia variedad de prendas para todos los gustos y adaptables a todos los individuos. El surgimiento de diferentes grupos juveniles como los “Floggers” y “Emmos”, quienes a través de su vestimenta muestran sus preferencias y estados de ánimo.

Al igual que hace 100 años atrás, la moda argentina es influenciada por la de Europa y Estados Unidos, dado que en estos países a causa de cambios políticos, económicos y socio-culturales van adaptando su vestimenta. En cambio en nuestro país, a pesar de no estar sufriendo directamente estas transiciones, las diferentes variaciones en la industria de la indumentaria se adoptaron como tendencia.


Por Jimena Clemente y Jimena Sánchez


"Tendencia" argentina

Por Jimena Clemente y Jimena Sánchez

La moda Argentina desde 1910 hasta la actualidad, siempre, se ha visto influenciada por los países del primer mundo, como Estados Unidos y los del continente europeo.

Al analizar las transiciones por las que atravesó la industria de la indumentaria a lo largo de estos 100 años, se puede decir que nuestro país nunca se caracterizó por imponer sus propias tendencias sino que es un claro reflejo de los países desarrollados.

Generalmente, fue la mujer el principal desafío para los modistos, dado que éstas son las que, en primer lugar, han demostrado un mayor interés acerca de estar bien presentadas o “a la ultima moda” ante el resto de la sociedad. Todo lo contrario ocurrió con los hombres, quiénes hasta antes de la última década no le daban importancia a su forma de vestir. Sin embargo, hoy en día, los empresarios de la industria apuntan a este público masculino que día a día demuestra mayor preocupación por su aspecto físico.

Algo similar ocurre con los adolescentes, que a principios del siglo XX no eran vistos como posibles consumidores y todas las propuestas de los diferentes diseñadores iban dirigidas hacia los adultos. A medida que fueron pasando los años, los movimientos juveniles lograron imponerse en el mercado y empezar a ser tenidos en cuenta. Hoy en día, ocurre que las principales marcas crean la misma ropa de las mujeres y hombres en versiones para niños, quiénes quieren imitar a sus mayores en su forma de vestir.

A pesar de las diferentes clases sociales, la moda siempre ha sido un punto importante en nuestra sociedad. Muchas personas de bajos recursos, al no poder comprar en locales de marcas importantes, recurren a las imitaciones por el solo hecho de estar a la última moda y ser “aceptados” ante el resto de la sociedad, dado que todas las comunidades, para formar parte de un grupo de pertenencia se deben cumplir con ciertas normas de vestimenta y marcas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario